Un día,
Suditeh me dijo que había disfrutado de un juego llamado Pony Island... y no me dijo nada más: simplemente que si quería saber lo que era, lo mejor era jugarlo. Y al ver que lo tenía compartido en mi biblioteca de Steam por Las nalgas de Isabella Rossellini, no dudé ni un momento en descargarlo y comprobar qué demonios era eso. Pero ahora me encuentro en la misma tesitura que él: y es que hablar de Pony Island es tremendamente difícil. Intentémoslo, no obstante, aunque mi recomendación es que paséis de este texto y lo juguéis directamente hasta el final, que no dura más que tres o cuatro horas.