Road Fighter es un juego de Konami muy fuera de mi época, nada menos que de 1984 en su versión arcade, que un año más tarde salió para MSX y NES (aunque tardó mucho más en llegar a Europa). Se trata del, casi casi, juego oficial de Retroscroll, y en la 46RU AAMSX se organizó un torneo al que me apunté (o me apuntaron, más bien) para hacer bulto, echando mi primera partida unos minutos antes de empezar, y llegando muy tarde a la famosa Febre Road Fighter que ya había afectado a todo el grupo durante el verano. Ni si quiera me gustan los juegos de carreras (tiendo a girar el coche hacia el lado opuesto a poco que haya una pared, ya sabéis lo que dicen... "Rokuso al volante, peligro constante"), es el género que más odio con diferencia, y no soporto ni los juegos de karts. Pero mientras estaba en el torneo de Road Fighter sentí que, quizá, sería el juego que podría romper la maldición, aunque allí no fui capaz de pasarme ni la primera pantalla. La magia, claro, ocurrió cuando llegué a casa...


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