A Way Out

¡Jugar cooperativo! Ese mundo maravilloso en el que adentrarse con amigos y poder hablar y colaborar para llegar juntos a una meta común. Los juegos pensados exclusivamente para el cooperativo no son muy comunes, especialmente los que tienen un cooperativo asimétrico en el que los jugadores no han de hacer exactamente lo mismo, sino que sus funciones son diferentes para llegar hacia un mismo objetivo. A Way Out es un poco ese tipo de juego: únicamente jugable en cooperativo con una persona real. Y, la verdad: esta es su principal baza.

El launcher de EA no me ha guardado ni una captura así que let's go fotos de stock

Exorcist: Reviewer of Minds

 

Estaba yo tranquilamente mirando las rebajas de Steam y, de repente, recibí un regalo. ¡Ya ha llegado esa etapa del año! El juego acaba de salir pero ya lo véis, Chato me envió Exorcist: Reviewer of Minds porque me conoce como si me hubiera parido, así que allá vamos: un roguelike de 727 Not Hound, el décimo juego que saca en Steam este estudio japonés formado por una sola persona, y el sexto que sale en inglés.

Pingüinos vainilla #4: Metal Gear Solid es una PASADA [01/03]

 ¡¡HEMOS VUELTOOOOOO!!

Para no ser demasiado monotema, vamos a mezclar con otros podcast mientras tanto (aunque los hayamos grabado a posteriori) y tendréis episodios no relacionados con Metal Gear también pero, de momento, aquí estamos: primer episodio de Metal Gear Solid 1 de los tres que saldrán durante este mes. ¡Suscribíos al canal de Suditeh para estar al día del programa, que yo no avisaré en el blog! (O a mi ivoox, pero él cuida mucho más su canal de youtube que yo cualquier cosa, así que mejor seguidle a él) 


https://youtu.be/14WxSDtuTnw?si=hX88njoqu22_beqC

https://www.ivoox.com/pinguinos-vainilla-4-metal-gear-solid-es-una-audios-mp3_rf_130256707_1.html


The Adventures of Little Ralph: un anacronismo delicioso

Nota: Este texto fue publicado originalmente en 2018 el número 19 de GameReport (Triple Salto: El género inmortal) y lo rescato aquí a modo de repositorio, respetando la maquetación original dentro de lo posible. Gracias a todo el equipo de GameReport por su valioso feedback pero, sobre todo, a Loquo y Pablo por sus siempre oportunas correcciones.

Un anacronismo delicioso

The adventures of little Ralph

Anuncio de Chipokke Ralph no Daibouken en una revista de la época

Cuando pensamos en la primera PlayStation, nos asalta con casi toda seguridad un claro recuerdo: su estética. Tres dimensiones, polígonos y más polígonos, secuencias FMV que inundaban aquellas historias, aprovechando las capacidades de los CD. ¡CG, CG! Llegaba la nueva potencia de los gráficos prerenderizados. Todo aquello era el futuro, aunque en aquel momento estuviera en pañales. Los plataformas —los pocos que se atrevieron a salir en PlayStation, claro— no fueron una excepción: los que no eran en tres dimensiones eran, con casi total seguridad, 2.5D: gráficos nuevos con jugabilidad clásica. Y en medio de toda aquella tecnología salió ‘Chippoke Ralph no Daibouken’ (‘The Adventures of Little Ralph’, tomando su título traducido al inglés), desfasado incluso antes de salir, en 1999. Un plataformas completamente en 2D en un momento en que dejaron de hacerse: un detallismo y belleza gráficos con el que ningún juego de Super Nintendo o Mega Drive podría llegar a soñar, pero un estilo que, en aquel momento, se percibía como anticuado. Se trataba de un plataformas de acción con una especial inclinación por las máquinas arcade, fuertemente influenciado por ‘Wonder Boy’, ‘Rastan’ o ‘Quartet’, según sus propios creadores, con una dificultad endiablada que lo dejó, igual que a tantos otros, como exclusivo del país nipón.

Todos los enemigos, trampas y plataformas están colocados en el punto perfecto, y aunque muramos de un sólo toque (dos en niveles más avanzados, si cogemos el power-up del escudo) no se percibe nunca como un juego injusto. Consigue ese efecto que sólo los más grandes logran: teniendo una dificultad muy elevada, un ensayo-error casi constante, niveles hechos de pura maldad... aun con todo eso, al morir, lo sabemos: ha sido, únicamente, culpa nuestra. Los checkpoints están colocados con maestría, y la dificultad muy bien medida: en los niveles más fáciles no habrá apenas puntos de control y moriremos de un solo toque, pero más adelante —cuando la cosa se complique de verdad— serán colocados con mucha precisión para evitar siempre la frustración en el jugador e incentivar que siga jugando. Las secciones más difíciles terminan siempre con un checkpoint, y por mucho que muramos, podemos seguir jugando hasta el infinito sin tener que repetir toda la fase: únicamente esa sección que se nos ha atravesado.

Desde New Corporation no inventaron nada que no existiera ya, pero cuando un trabajo está tan bien hecho, poco importa. Hay saltos, hay espada, hay incluso disparos; pero se queda muy lejos de juegos que abrazan más el run and gun como la saga ‘Ghost ‘n Goblins’ y se decanta por el plataformas más clásico. Se trata de un juego corto —más aún si se juega en modo fácil, dado que se terminará abruptamente a tres niveles del final—, de únicamente ocho fases. Pero esa brevedad se compensa con un talento desbordante, pues todos los elementos funcionan con la precisión de un reloj suizo, con un diseño inteligentísimo en todo momento.

Pero no todo es sufrimiento, claro. Es un juego que penaliza los errores, pero también premia la habilidad. Poniendo un ejemplo, tenemos un medidor de puntuación similar al de ‘Ghost ‘n Goblins’ o ‘Strider’ que irá aumentando en función del tiempo que tardemos en terminar una fase y de los enemigos que vayamos derrotando. No obstante, los niveles son muy abiertos, por lo que todos tienen varios caminos para ser terminados sin tener que rebuscar demasiado. El concepto más interesante está en las frutas: ‘Chippoke Ralph no Daibouken’ es diabólico de por sí, pero ir por el camino marcado por las frutas —algunas desaparecen a los pocos segundos, dado que dependen de los riesgos que el jugador asuma y, de no acercarse lo suficiente al enemigo, se volatilizarán— lo acerca cada vez más al infierno, a la par que multiplica la puntuación, compensando el riesgo y la habilidad por encima de todo: las partes más difíciles de cada nivel son también las mejores, y terminarlas es extraordinariamente satisfactorio.

La verdad es que ‘Chippoke Ralph no Daibouken’ lo tuvo todo para triunfar, pero se quedó en poco menos que un juego de culto que, parece, el tiempo no ha puesto en su lugar. Un diseño ingenioso, diversión a raudales, y ese toque sádico para los que ya son entusiastas del género. Podríamos decir que se trata, en pocas palabras, de un plataformas hecho por empollones de los plataformas: gente que ha estudiado cada milímetro los grandes clásicos del género, observando qué decisiones de diseño hicieron deslumbrar a los juegos más importantes. Abraza, claro, todos los clichés plataformeros: un nivel de vagonetas, uno con suelo resbaladizo, otro en Egipto... pero lo hace con una destreza increíble: sin brechas, sin momentos de flaqueza. Es corto, sí, pero no hay fases mediocres u olvidables: todas están en lo más alto de la excelencia a la que puede aspirar un juego de este estilo. ‘Chippoke Ralph no Daibouken’ es tan bueno que puede mirar de tú a tú a cualquier plataformas 2D, sin importar género, época, o sistema. Pero también es un juego tan criminalmente olvidado que, por desgracia, muy pocos llegarán a descubrir el tesoro plataformero más grande de su generación.

Mediterranea Inferno


Mediterranea Inferno es una ¿visual novel? sobre la historia de tres amigos gays en italia: Claudio, Mida y Andrea, y es sorprendentemente realista dentro de su alocada propuesta. Tras la pandemia de 2020, esa que en la mayoría de la ficción tratamos de fingir que no existió, el mundo vuelve a la normalidad: las discotecas abren de nuevo, se puede volver a viajar, los reencuentros son posibles.


 Así, tras dos años sin hablar, los amigos deciden pasar tres días juntos en la casa de campo del abuelo de Claudio para reconectar su amistad perdida con la distancia. Allí conocen a Madama, una especie de deidad histriónica que les ofrece probar una fruta que los llevará a los llamados espejismos: viajes al interior de la mente de los protagonistas, en los que les iremos conociendo: sus deseos, inquietudes y miedos más profundos se encuentran allí. Y quien obtenga cuatro espejismos podrá ascender al cielo, sea lo que sea que signifique eso, y será el ganador. Pero... ¿Ganador de qué? 

 


Pese a tratarse de un relato sobre la relación entre tres personas tan cercanas, el juego no es agradable, ni una historia de amistad, más bien todo lo contrario. Los tres protagonistas sienten que han derrochado sus mejores años encerrados en casa, viviendo y reviviendo cada uno su infierno personal, en un encierro que les ha marcado profundamente: desconexión familiar, soledad, búsqueda de poder e identidad... y el cómo esto les ha marcado.

 


No hay mucho más que decir aquí sin entrar en spoilers. El juego avisa de todos los trigger warnings posibles incluso antes de empezar: hay violencia, flashes no aptos para personas epilépticas, imágenes que pueden resultar perturbadoras, y se muestran agresiones sexuales. No es un viaje nada agradable y es algo muy a tener en cuenta antes de empezar el juego. ¿Que se apoya en generar un shock al espectador a través de la violencia? Sin duda. ¿Que hay un público fanático del terror que lo disfrutará enormemente? También.


Todos los espejismos son un viaje al surrealismo más profundo de la mente humana que nos harán entender a la perfección a los personajes y su contraparte, las pesadillas, son relatos excepcionalmente reales y bien contados. A veces se hace mucho con muy poco, y es el caso de este juego: Lorenzo Redaelli ha creado una obra muy personal que, en tan solo cuatro horas, da una clase magistral de cómo poner el videojuego al servicio de la narrativa, y no a la inversa. Dirección, guión, arte y música se unen para crear escenas memorables en una aventura de la que, por desgracia, se está hablando demasiado poco.


Pingüinos Vainilla #3: Todos los Metal Gear Solid son un plagio (de MSX)

Hace unos años (aunque para vosotros fue el otro día), en el podcast de NEO: The World Ends With You, Suditeh y yo nos vinimos arriba hablando de hacer un podcast de una saga completa que, para sorpresa de nadie, fue Metal Gear.

Los años pasaron y por circunstancia de la vida no pudo ser, pero en noviembre de 2023 Suditeh y yo pasamos un mes entero en la misma casa, lo que nos llevó a cumplir esta idea que llevaba años hablándose, ya casi como broma, y que no esperábamos hacer.

Ahora, recogemos los frutos. Hablaremos de todos los juegos pero, naturalmente, empezamos por los primeros: los de MSX y el ¿maravilloso? Ghost Babel. Sin más, aquí los tenéis:

Youtube: https://youtu.be/_Vf2cJebyhw?si=EM87dzCffcXKYcAZ
Ivoox: https://www.ivoox.com/pinguinos-vainilla-3-todos-metal-gear-solid-audios-mp3_rf_127867858_1.html

El resto de juegos tendrán más de un episodio, pero a priori siempre que salga un podcast de un juego concreto, saldrán todos los episodios en el mismo mes. Está todo grabado, y se están editando poco a poco pero a buen ritmo (gracias Suditeh, qué haría esta web sin ti), así que esperad una periodicidad decente por primera vez. Dado que no sé si les haré entrada a todos, os recomiendo que os suscribáis directamente, sea al canal de youtube o a ivoox.

¡Un saludo, y disfrutad!

Shadow Warrior 2

No es ningún secreto, pero no me gustan demasiado los shooters. Me cansan los FPS y, cuando un amigo me propuso jugar a Shadow Warrior 2 en cooperativo, acepté solo porque iba con compañía incluida, sin pensar demasiado en las consecuencias de dónde me estaba metiendo. No consideré que estaba adentrándome en un horror vacui de ropa y armas horteras, estética Mortal Kombat, y orientalismo extremo que mezcla china y japón, ninjas con sierras mecánicas, yakuzas con demonios, kanjis sin significado... todo sin orden ni concierto, en todos los escenarios sin excepción alguna. Bienvenidos a Shadow Warrior 2.  



Deus Ex: Mankind Divided - A Criminal Past (DLC)

Tras jugar a Mankind Divided y tener ante mis ojos al mejor juego que he jugado en muchos años, me quedé con ganas de más, e intenté jugar a Criminal Past, el DLC (quizá sería más correcto llamarlo expansión, como las de antaño). Mi sorpresa fue mayúscula al no poder utilizarlo en Playstation 4 ¡porque por algún motivo no funciona la descarga desde el menú! (es un problema documentado y le pasa a mucha gente, hay que descargarlo directamente de PSN, pero yo eso no lo sabía). Así que me quedé con las ganas hasta que en estas últimas rebajas de Steam me compré el juego y la expansión en PC y, al fin, pude sentarme a jugar las aproximadamente ocho horas que dura.

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