La verdad es que, con Lollipop Chainsaw, me llevé una sorpresa. Tras aquel cúmulo de tráilers absurdos (y tan perfectos al mismo tiempo), el juego empezó a quedarse cada vez más en la sombra, un poco como con todos los juegos de Suda51, pero aquí era algo exagerado: ni sus fans parecían muy contentos con él. Al entrar en este juego no esperaba, ni de lejos, las rarezas que suelen prometer con este autor (en mi breve experiencia con él, tan solo Killer7 ha sido capaz de cumplir, superar y pulverizar dichas expectativas en menos de quince minutos): únicamente el nivel de humor y estupidez que prometieron sus primeros tráilers. Tengo un problema con este tipo de juegos, y es que aunque me resulten divertidos, nunca me decido a comprarlos (en su lugar acumulo más y más RPGs con la esperanza de jugarlos), y al final he de depender de que me los presten, en este caso y para variar, ha venido de Nowhere Grrrl. Y como todo lo que me deja, me arrepiento de no haberlo comprado.


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