Tras jugar a Mankind Divided y tener ante mis ojos al mejor juego que he jugado en muchos años, me quedé con ganas de más, e intenté jugar a Criminal Past, el DLC (quizá sería más correcto llamarlo expansión, como las de antaño). Mi sorpresa fue mayúscula al no poder utilizarlo en Playstation 4 ¡porque por algún motivo no funciona la descarga desde el menú! (es un problema documentado y le pasa a mucha gente, hay que descargarlo directamente de PSN, pero yo eso no lo sabía). Así que me quedé con las ganas hasta que en estas últimas rebajas de Steam me compré el juego y la expansión en PC y, al fin, pude sentarme a jugar las aproximadamente ocho horas que dura.

A Criminal Past nos sitúa en una misión de incógnito en una cárcel de alta seguridad para ciudadanos aumentados, en la que Jensen tendrá que llevar a cabo una investigación... a su estilo. O, dicho de otra forma, la misión se puede resolver de muchas maneras, como es típico en la saga, dado que pese a ser policías, no hay nada que nos impida ser "los malos" y, en la cárcel, somos un aumen criminal más.



La brutalidad del personal de la cárcel se puede palpar en el ambiente: los guardias llevan a los presos al límite para provocarlos y tener un pretexto para torturarles de mil maneras, y lo bien diseñado de la zona hará que entendamos la historia detrás del lugar con tan solo observar con detalle los escenarios. Quién está organizando un motín, quién ha encontrado una ruta de escape, quién se ha matado intentando huir, cómo funciona la comunicación entre bloques, el contrabando... La mayoría es optativo y, cómo no, acabé mirándolo absolutamente todo, porque el setting es delicioso. Y si lo juegas, a ti también te va a pasar.

Y es que los elementos de immersive sim llegan a cotas altísimas de calidad: todos los problemas tienen múltiples soluciones, todas las habitaciones tienen más de un acceso, todos los aumentos están desactivados para convertirlo en una aventura autoconclusiva e independiente (aunque te permite usar los del juego principal si así lo deseas), y todo culmina en diferentes variantes para el final, según actuemos a lo largo del juego y vayamos descubriendo información sobre qué sucede realmente.


Al final lo importante en Deus Ex no es la infiltración o el gunplay que, como siempre, son exquisitos: lo que lo hace grande es espiar las notas, encontrar escondrijos, descubrir zonas absolutamente innecesarias pero vivas y llenas de detalle para compensar al jugador curioso, leer mails y, en resumen, montarte tu propia película sobre lo que está pasando. Todo ello, claro, aderezado con un apartado artístico sublime, una banda sonora genial, y el doblaje más que cumplidor en el que al fin parece que al actor de Jensen le han dado contexto sobre qué pasa en cada situación y cómo actuar sus frases.

La sensación es la de estar ante un mini Deus Ex al ser más pequeño, pero no por ello peor: podría ser perfectamente un juego entero (especialmente considerando que los immersive sims son obras faraónicas que necesitan de un talento y presupuesto desproporcionados que normalmente no recuperarán nunca). Realmente cualquier immersive sim de este tamaño, riqueza y frescura sería bienvenido todos los días en esta casa, lo de mini es más por lo compacto y por ser más corto que el juego principal, pese a tener uno de los niveles más grandes que se han visto en un juego de este estilo.


La historia es menos política al ocurrir en un ambiente controlado, separado de la realidad de los ciudadanos de Praga, y se puede jugar de manera autoconclusiva, sin haber tocado nunca un Deus Ex antes, al dar elementos y pistas suficientes para pasárselo sin matar a nadie sin demasiadas complicaciones, con una dificultad ajustada en su modo Normal, y es extremadamente disfrutable jugarlo con sigilo no letal.

Al final, cuando quieres jugar a Deus Ex pero no quieres dedicarte una semana entera dia y noche a consagrarte a Jensen (aunque es un rito que todos deberíamos pasar al menos dos veces en la vida), A Criminal Past es probablemente la mejor apuesta que se puede llegar a hacer. Un mini Deus Ex que apetecerá rejugar muchas veces, al tener un montón de soluciones a las situaciones que propone y, sobre todo, disfrutar de un diseño de niveles soberbio, capaz de mirar de tú a tú a Palisade, la mejor zona del juego principal. Una vez más, contentísima de haber probado una joya así, pero muy triste de saber que este tipo de juegos van a ser cada vez los que menos y que, probablemente, Deus Ex ya no vuelva nunca, tras la cancelación del nuevo juego por los despidos del Embracer Group. Pero, si esto es lo último que vemos, se va por todo lo alto: gracias por tanto, Eidos-Montréal.

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