AVISO: esta entrada fue publicada originalmente en Retroscroll el 15 de Julio de 2016. Hoy la he traducido para traerla a mi blog, pero si entendéis catalán os recomiendo leer directamente la fuente original, que está mejor escrita.

La saga Ganbare Goemon es una de las muchas maravillas que parió Konami en sus mejores tiempos, aunque de forma oficial hemos recibido muy pocos títulos en Occidente. Hay dos variantes: los RPGs (poco jugables, sin saber japonés) y los plataformas de acción, con scroll lateral. Como podréis imaginar por el título de la entrada hoy hablaremos de uno de los exclusivos japoneses de acción y plataformas, pero no sufráis: el idioma no será un impedimento para disfrutar de esta pequeña joya para la Game Boy Color. El juego habla por sí solo, y hasta el sentido del humor nos llegará gracias a su simpatía. 



Controlaremos a varios personajes (aunque los principales serían Goemon y Eisumaru), y la variedad de géneros será una constante pese a que los niveles principales son de scroll lateral, con buenas dosis de acción y plataformeo donde básicamente saltamos y golpeamos con nuestro bastón. Tendremos tres barras de vida y por norma general los enemigos nos vaciarán media con cada toque, mientras que recuperaremos una entera con cada takoyaki que cojamos, bastante numerosos por cierto y que aparecen aleatoriamente cada vez que matamos a un enemigo. De esta manera, la dificultad escala de forma muy progresiva, pero aunque los últimos niveles son bastante complicados, nunca tendremos esta sensación de niveles desequilibrados en los que uno es facilísimo y en la siguiente fase llegamos al infierno plataformero, que sí pasa en otros juegos del estilo... A menos que hablemos del jefe final, que no tiene nada que ver con el resto del juego y resulta bastante frustrante. Tendremos tres vidas y, al perderlas todas, simplemente volvemos al mapa del mundo pero sin ninguna penalización, así que se trata de un título generoso en este aspecto y, sinceramente, más disfrutable que retroceder cuatro niveles y repetir mil cosas.

Cada vez que acabamos un nivel iremos al mapa del mundo, desde donde nos podremos mover para avanzar o volver a alguna fase, sea por diversión o por encontrar los gatitos coleccionables. Por tal de hacer una pequeña parada podremos visitar de tanto en cuando alguna ciudad en la que podremos comprar comida con las monedas recogidas durante el juego para recuperar nuestra barra de vida, y podremos descansar en el hostal para guardar la partida (aunque en mi caso por el idioma no me fiaba y hacía un guardado manual vía savestate, que no falla nunca). Pero a parte de eso, encontramos también algún minijuego muy curioso, en los que podemos apostar dinero y ganar grandes cantidades, permitiéndonos aprovecharlos como si fuesen una especie de casino.

Una de las claves del juego es su variedad. Tan pronto estamos en niveles de plataformas horizontales como en verticales, plataformas móviles , niveles de derecha a izquierda, niveles hacia abajo, algún pequeño segmento de shoot'em'up (tanto horizontal como vertical), físicas alteradas por la gravedad, y hasta un par de niveles controlando un gran robot en primera persona; todo perfectamente controlado con tan sólo dos botones... por no hablar de los enemigos finales gigantes, que se encuentran al final de algunas fases. De esta forma, un juego que es bastante corto (me ha durado un par de tardes para hacer todo el juego, mientras que una semana para matar al maldito jefe final), deja un gusto definitivamente muy positivo, dada la calidad y variedad de todas sus ideas.

¿Qué más podría decir? Música simple pero muy pegadiza y unos gráficos espectaculares en Game Boy Color, con sprites muy grandes y coloridos, además de animaciones detalladas y divertidas. El juego tiene diálogos (inaccesibles para mí, al estar en japonés) que son supuestamente humorísticos, pero el apartado gráfico es tan simpático que habla por sí mismo, con los diseños rocambolescos de algunos de los enemigos. Aún así, nunca se vuelve una locura con mil cosas en pantalla. Todo está muy cuidado, y en caso de hacer coincidir a muchos enemigos, no hay nunca ninguna ralentización: un detalle muy a tener en cuenta que, puede, podría afectar negativamente a este cartucho. Por suerte no es el caso: Konami siempre ha hecho un trabajo impecable en este aspecto, y aquí lo vuelve a demostrar. 


De esta forma, nos queda un juego divertidísimo, variado, muy colorido... y con una jugabilidad impecable, que pese a la amarga dificultad de su jefe final, deja un buenísimo recuerdo por todas las cosas que tiene y, ya se sabe: mejor quedarse con ganas de más que alargar demasiado una idea, por buena que sea. Un producto muy destacable que también se luce técnicamente, con unos diseños divertidos y alocados que lo convierten en algo memorable. Lástima que no nos llegase en su época, pero con la cantidad de emuladores y flashcards que hay en la actualidad, ya no hay ninguna excusa para no disfrutarlo. Personalmente, ya me he quitado la espina clavada y me he estrenado al fin en una de las sagas estrella de Konami, por lo menos para Japón. Me animé a probarlo gracias a una recomendación de Fran_friki y no podía haber dado más en el clavo.

6 comentarios:

  1. Me recuerda un poco al 2 de Snes no? Tengo que probarlo, me encantan los juegos de Goemon pero este no lo había catado.
    Muy buen articulo!

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    1. ¡¡¡Hola frikerio, bienvenido al blog!!! Gracias por pasarte y disculpa la demora de ¡¡UNA SEMANA!! Respondiendo.

      Yo justamente tengo el 2 en el punto de mira, porque me tiene una pinta estupenda. Ya puedes ver el comentario de Fran_friki, mucho más versado en la saga, comentándolos, así que no creo que estén muy alejados.

      ¡¡Saludos!!

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  2. Te has estrenado en esta saga con un título de verdadero lujo! Me ha encantado el análisis, se nota que te has divertido mucho. Ahora estás yo creo que preparada para meterte de verdad en Goemon, ya puedes ir apuntándote el 2 y 3 de SNES (Super Famicom en este caso), y los dos plataformeros de N64 que para mi son los mejores; son los que conocí yo de pequeño, por eso Goemon es una de mis sagas favoritas de Konami. Esos ya gozan, en mi opinión, de los mejores trabajos sonoros de toda la historia de la compañía. Si te da por entrar a este mundillo, terminarás algo apenada, mataron la saga y fue relegada al Pachinko, el Infierno de los videojuegos.

    Un abrazo!!

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    1. ¡¡Hola fran_friki!! Gracias por la recomendación y por pasarte, y disculpa la tardanza en responder ^^.

      Me alegro que te haya gustado. Anoto los que me dices, especialmente de SNES... Te he visto alguna vez hablar de los de N64, pero no sé si me atrevería con ésos porque no me gustan demasiado ni los plataformas 3D ni la propia consola (que además tendría que emular y que sabemos que los emuladores suyos son un poquito chusteros, no me acaba de gustar). Pero tener los mejores trabajos sonoros DE KONAMI no es moco de pavo precisamente, ¡habrá que tenerlos en cuenta! Ya te digo, de momento me quedo con los de SNES y, si sugieres algún otro de la saga o relacionados, será apuntado. Éste lo jugué enseguida, pudiendo ponerlo portátil... ¡era casi obligatorio!

      Un abrazo para ti también Fran, ¡nos vemos!

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  3. Tiene muy buena pinta. Yo de estos solo jugué a los dos de snes y sl de n64,pero los tres me gustaron bastante

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    1. ¡¡Hola Isaac!! Pues ya ves, parece que según comenta fran jugaste a lo mejorcito... ¡sólo te queda este! Saludos y disculpa la demora ^^

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