Las pasadas navidades recibí un regalo que, aunque no fue sorprendente (lo pedí yo, para qué engañarnos), sí que puedo decir que me alegró muchísimo: la tercera parte de la trilogía de Arland, que son básicamente los juegos que realmente le han dado fama a Atelier en occidente. Atelier Rorona fue un juego entretenido y poco más que no acabo de recomendar, pero en Atelier Totori encontré un juego que superó con creces todas mis expectativas, de una calidad incuestionable, y uno de los que más me gustaron en 2014. Con Atelier Meruru esperaba algo en la misma línea y, bueno... aquí estamos cerrando la saga de Arland. Resulta inevitable, eso sí, hacer comparaciones... dado que todos los juegos de la saga han salido con un año de diferencia desde el principio de los tiempos.



Atelier Meruru nos narra la historia de Merurulince, la princesa del pequeño y rural reino de Arls, vecino de la república de Arland en la que ya hemos pasado tantas horas. El cambio de aires no viene mal aunque, seamos sinceros, funcionalmente acaba siendo lo mismo. Meruru conoce a Totori, la alquimista a la que encarnamos en el anterior juego, y queda encantada al ver las maravillas que se pueden hacer con alquimia. Es así como se propone ser su aprendiz, y aunque Totori lo ve bien, su padre lo considera una pérdida de tiempo y únicamente lo permite con una condición: aportar, con la alquimia, al crecimiento del reino de Arls. Y así nos dan cinco años para conseguir una población mayor a la de 100.000 habitantes y, de nuevo, rehuímos de la típica historia de salvar el mundo que presentan la gran mayoría de RPGs y nos acercamos a algo mucho más desenfadado, que ya va bien de vez en cuando: no todos los RPGs deben acabar en una batalla contra Lucifer.

TOTORIIII, ERES IGUAL DE MONA QUE EN EL ANTERIOOR

Básicamente, el gameplay resultará tremendamente familiar para los que hayan jugado a entregas anteriores, pero aunque no se hayan probado nunca, no resultará nada difícil de pillar. No tenemos un límite de tiempo per se (aunque consumimos tiempo haciendo alquimia, viajando, recogiendo objetos...), sino unos objetivos que se han de cumplir, aunque las fechas son tan lejanas que, jugando normalmente, seguro que se llega a ellos de sobras y sin problema. Más que a hacer pequeñas misiones como antes (que aún existen, pero ya no tienen límite de tiempo y difícilmente supondrán un reto), nos dedicaremos a mejorar el reino de Arls con los puntos que vayamos consiguiendo.


Recibiremos cartas que nos llevarán de un sitio a otro y nos darán bastantes misiones simultáneamente, aunque ninguna de ellas será obligatoria: el reino de Arls debe ser mejorado, sí, pero si preferimos llevar nuestros recursos a la creación de escuelas antes que a castillos para protegernos del enemigo, tampoco pasa nada. Normalmente nos pedirán unos objetos concretos que deberemos fabricar gracias a la alquimia, aunque a veces también habrá quests de matar monstruos concretos o un cierto número de ellos y, tras completarlas, nos darán puntos que elegiremos en qué gastar. Cada acción de mejora de Arls también aumenta el número de habitantes del reino a un número concreto más allá del crecimiento natural de la población, y por tanto es importante no dormirse en los laureles aunque la cuota anual sea facilísima de cumplir.


Esta pequeña microgestión del reino (de la cual el juego nos irá guardando los resultados trimestrales a través de un divertido periódico autoparódico) es una buena novedad contra la sosez de Rorona y el mundo abierto y sin objetivos demasiado evidentes que tenía Atelier Totori, aunque no obstante este juego sigue pareciéndome inferior... Sin dejar de tener, eso sí, un nivel excelente. La alquimia es igual de estupenda y divertida: más recetas si cabe, y también más posibilidades y creatividad. Seguiremos yendo a las mazmorras a recoger objetos que sintetizar, y sintetizaremos esos objetos en poderosas armas que nos permitan ir a mazmorras más lejanas para coger objetos mejores que llevar a nuestro caldero. Esta sería la fórmula básica, y el bucle perfecto del que se nutre la jugabilidad, pero por supuesto que podremos enviar esclavos a recolectar objetos en nuestro lugar (o incluso a hacer alquimia en nuestro lugar), vender objetos de un coste bajo a precios extraordinariamente caros, y hacernos millonarios a costa de la compra-venta en la tienda de Pamela. Atelier sigue en su línea de maldad impagable que siempre apetece explotar, y también habrá jefes secretos (y no tan secretos) que, pese a ser optativos, nos aportarán escenas con diálogos nuevos. Todo esto suena monótono, pero el juego es terriblemente adictivo a poco que guste el estilo de hacer alquimia más que los combates.


En el terreno del gameplay, pues, el juego está cubierto de sobras, y apunta a ser quizá el mejor de los tres. ¿Qué pasa con la historia? Pues que, como ya pasó en Rorona, no tiene. Más allá de lo que se presenta en la primera media hora, Atelier Meruru no tiene ninguna trama que se complique mínimamente, y las escenas de historia serán más interacciones de personajes que avance de una trama general que, como ya he dicho, es prácticamente inexistente debido a su sencillez. Los eventos con personajes, eso sí, no faltan: hay muchísimos reclutables, todos ellos con sus diez eventos e incluso algunos solo accesibles de tener amistad con tal o cual personaje a parte del que nos interese. El problema es que la gran mayoría de personajes provienen de Atelier Rorona y Atelier Totori, de forma que, aunque en Totori había un buen balance (en Alanya todos eran propios del juego y en Arland había muchos guiños al Rorona pero que eran eso: guiños), aquí se pisotea la idea de "cameo" y casi se convierte en una secuela directa pero con otra protagonista. 

Por haber hay hasta cameos de Hatoful Boyfriend.

Ya he dicho que la trama es prácticamente nula así que en teoría se podría empezar perfectamente por este juego sin ningún problema; pero en comparación al equilibrio perfecto entre "nuevo VS cameo" que tenía Totori, está bastante desproporcionado hacia lo segundo. Este juego se nutre básicamente de fanservice, no del de chicas ligeras de ropa sino el mismo estilo que esgrime siempre Ace Attorney: retornos de viejos conocidos que hacen gracia al fan acérrimo, pero que disminuyen las posibilidades de disfrutar de los juegos de forma individual... hasta el punto en que a veces casi te olvidas de que Meruru sea la protagonista, puesto que su círculo de amigos propio queda relegado en favor de toda la gente de Arland que se pasea por su reino y que siguen las historias de sus respectivos juegos. Lo cual he disfrutado mucho porque, repito, gocé como una enana con Atelier Totori, pero es un punto a tener en cuenta para los que no se lo hayan pasado.


En lo que respecta a dificultad, ha bajado. Quizá porque el objetivo era también más claro, aquí no he tenido que repetir la partida y he sacado el final bueno a la primera, durándome un total de 22 horitas, pero se le puede sacar muchísimo más provecho en futuras rejugadas, a las que este juego está muy dado, y diría sin miedo que puede llegar a las 60 o 70 muy tranquilamente si se quiere ser más completista. Los jefes están genial y el sistema de combates sigue la línea de su predecesor, siendo muy disfrutable cuando lo puedes explotar verdaderamente con los objetos que has sintetizado en tu caldero. Comerte los turnos del enemigo es algo que no tiene precio y, sinceramente, bienvenido sea.


En el aspecto técnico, es una de cal y otra de arena. Habrá quien diga que los gráficos son horripilantes pero, tras Atelier Rorona, me parecen una belleza venida de otra dimensión, eso sí, heredados otra vez de lo visto en Atelier Totori y sin ninguna novedad. El problema es que en la versión de PS3 (sé que la de Vita tiene bugs, pero al ser esta la original esperaba que no hubiera ningún problema) hay a veces unas bajadas de frames dignas de los peores momentos de Drakengard 3, con pantallas que hasta se quedan estáticas o, mi infierno personal: llorar mientras escuchas el ruidaco que está haciendo la PS3 durante la superanimación del ataque especial de tal o cual personaje que, curiosamente, no hace con ningún otro juego. Da bastante pena pero sus desgracias técnicas no lo hacen menos divertido.

PIM PAM PUM, CONTEMPLA A TU CONSOLA AGONIZANDO
Así, Atelier Meruru ofrece lo esperado: un juego en la línea de su predecesor y tremendamente sólido, aunque con una historia decorativa que sirve más para reunirnos con el clásico séquito de personajes y hacernos salir a explorar que para recordarla como gran historia de RPG. Pero, ¿qué es la historia si no va acompañada de una buena jugabilidad? Meruru hace gala de un sistema que funciona genial, muy pulido en la alquimia y hasta con algunas novedades en la gestión de nuestro reino, que lo hacen absurdamente divertido y, sobretodo, lo convierten en el juego más adictivo de la trilogía. Que sí, que lo técnico es una catástrofe y los personajes recurrentes dan la sensación de estar ante una secuela de la historia anterior más que de una historia nueva pero con cameos. Pero si omitimos esto, Atelier Meruru es un juegazo del quince que merece muchísimo la pena y que no dejaré de recomendar nunca.

10 comentarios:

  1. otro de estos atelier q nunca jugue.. sigo con la intriga de su particularidad respecto de otros rpgs, y me gusta leer de quienes lo pasaron bien con el juego detallando cada aspecto.
    se nota q a pesar de sus 22 horas finales, son juegos para dedicarle mucho tiempo y con materiales para explotar.
    graficamente sera criticado pero a mi me parece correcto. y creo q hasta queda mejor como juego portatil q de sobremesa, tanto por su estetica como por su propuesta.
    muy buena redaccion! gracias por mantener tan fresco el blog. siempre lo sigo para ver q novedades encuentro jeje

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    1. ¡¡Hola Luciano!! Yo la verdad es que por 22h lo veo un juego genial. Ya he comentado varias veces que últimamente los JRPG's al uso tienden a cansarme, no por agotamiento de las fórmulas (hay muchos que disfruto, otra cosa es que no los acabo y por eso aquí no aparecen) sino por ser infinitos (Algo que antes me parecía una virtud pero que ahora me agota). 22h en un juego que se puede doblar o triplicar esa cantidad si se quiere jugar BIEN es la cantidad de horas perfecta.

      Portátil queda genial seguro, ya ves lo que dice Guimusan: lo disfrutó mucho en Vita (y a él no le asesinaba la consola...), de hecho es el primer Atelier con tener un opening con los gráficos del juego en vez de en plan anime, así que debían de estar bastante contentos con el resultado. A mí me gusta la estética, la verdad.

      Y gracias a ti siempre, por comentar y por los ánimos que me das, Luciano, de verdad ^__^

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  2. ¡Hola! Como sabes, me gustan mucho los Atelier, así que básicamente esto es un comentario de "fanboy" xD

    El Meruru me gustó muchísimo. Recuerdo que al empezar estaba un poco "bueeeeeno a ver qué pasa" pero era inevitable que acabara enganchando por las dichosas recetitas de alquimia y la exploración y querer ser el mejor, el mejor que habrá jamás xD

    Me pareció mejor juego que el Totori. Es cierto que en historia flojea (no la hay xd) pero tanto en el sistema de alquimia y combate me pareció que mejoró muchísimo. No solo eso, sino que encima iba muchísimo más fluido que el Totori de PSV. No recuerdo ningún bug, pero tampoco que me bajaran los fps en el "límite" de Sterk (que por cierto, la primera vez que lo vi quedé flipado lol).

    Estuve a puntico de conseguir el platino, pero en la versión de PSV incluyeron 5 jefes más (opcionales) muy difíciles de vencer incluso a máximo nivel, y a pesar de estar bien equipado, no tenía el tiempo suficiente en la última partida para sintetizar el mejor equipo posible y derrotarlos después. Como tampoco me apetecía repetir partida solo para cinco jefes opcionales, me conformé con haber sacado el resto, que creo que es todo lo de la versión de PS3 xD

    Es sin duda un buen juego, al nivel o incluso mejor que el Totori dentro de la saga de Arland, y pone fin a la trilogía con la coronación de Meruru. Espero que pruebes los de Dusk, aunque el Ayesha me pareció muy flojo. Casi tanto como el Rorona. Soporífero. Sin embargo, estoy con el Escha & Logy y ese sí que vicia.

    Por cierto, ¿conseguiste encontrar alguna canción interesante?

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    1. ¡Hooola Guimu! Un placer contar con la visión de un experto de Atelier como tú :D

      A mí también me ha encantado el Meruru, solo que claro... es que con el Totori flipé en colores, más que nada porque el Rorona original me pareció un juego que estaba bien pero poco más, bastante justito. Sin historia, cortísimo, y me pareció mucho más limitado que Atelier Iris o Mana Khemia, infinitamente superiores bastantes años antes. Con Totori me encontré lo que debería haber sido Rorona en primer lugar (y que supongo que habrán arreglado en el remake, aunque por lo que dices de donde no hay no se puede sacar), y el Meruru pues es un ligero refinamiento de Totori, pero no un cambio tan bestia como el que vi entre aquellos dos juegos. Meruru es maravilloso, ojo, y no podría dejar de recomendarlo, me parece genialísimo aunque cueste un poco más empezar con este por el tema de los personajes.

      Lo de estar pulido en Vita me alegro, porque lo que contabas de Totori y las imágenes de twitter de "el juego se ha colgado, salimos de la aplicación, lo sentimos" era el típico motivo para tirar la consola y el juego por la ventana sin mirar atrás. A mí los FPSs me bajaban una barbaridad, es una verdadera desgracia: no solo en el límite de Sterk, sino también en el de Totori, el de Mimi (posiblemente en el de todos los personajes, pero esos son los que vi)... pero no es que bajaran los FPSs, es que se oye la play en modo turbina y da miedo. Me he pasado The Last of Us tranquilamente sin ruidos raros y no creo que el Meruru lleve más al límite la consola. Pero lo peor no es eso, sino que, aunque aquí ya no era en modo turbina... sí que tenía a veces caídas de FPSs aleatorias, caminando por el pueblo, especialmente en los alrededores del Atelier. ¿Por qué? Yo tampoco lo sé. Menos mal que en Vita no pasa todo eso.

      De probar el resto ya te digo que sí, antes de acabármelo estuve mirando de comprarme el Ayesha. Pasa que miré mi estantería y vi allí mirándome con ojos llorosos a The Witch and The Hundred Knight, Resonance of Fate, Disgaeas varios, Star Ocean 4, Demon's Souls, y otros que no voy a nombrar para que nadie sospeche lo gordo que es el problema... Y decidí que al menos acabaría uno de esos antes de comprarme el siguiente Atelier. Pero si ahora mismo me cayera el Ayesha del cielo, pasaba de todo y lo jugaba el primero, también te lo digo XDDDDDD. Posiblemente el próximo que juegue sea el de DS, para un cambio de aires, pero quiero jugar todos los de PS3 en el orden que salieron ^^.

      De música, ¡gracias por solucionármelo aquella vez! Acabé jugando con la música original de Meruru, pero ponerle la música de Mana Khemia me ha hecho muchísima ilusión. A veces también le he puesto la del Totori *_*. En general me ha encantado el Meruru, y quizá el Totori me gusta más por el simple motivo de haber jugado primero, pero muy recomendable.

      ¡Gracias por reenviar el comentario! Qué paciencia hay que tener con blogger a veces... :'D

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  3. A mi me gustaron mucho los Atelier Iris de Playstation 2. Me gustaba mucho el diseño de personajes que tenian, ademas de una jugabilidad adictiva. Las siguientes entregas que salieron para Ps3 aparentaban estar apuntadas a un publico femenino, y eso me alejo de la saga; aunque claro esta que eso no significa que sean juegos malos. Muy buen analisis.

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    1. ¡Hola Nicolas Sky! Primero que nada, bienvenido a Checkpoint y gracias por todos estos comentarios ^_^

      Sobre Atelier, te comento un poco: resulta que estos de PS3 son el "verdadero" retorno a la saga a sus orígenes, y los de PS2 son una extraña desviación que no logró mucho éxito en Japón (pese a que hubiera tres de la saga Iris) ni tampoco en occidente, al acercarse más a lo que es un "RPG normal", así que verdaderamente los raros son aquellos. A mí también me gustan mucho los Atelier Iris (el primero nunca lo terminé porque me pasé mi vida entera ocupándome de aquellas maravillosas recetas por el restaurante) y, si quieres algo "parecido", te recomiendo el Mana Khemia, también de PS2: es otro Atelier y está dentro de la "línea oficial" de la saga, pero es otro experimento más raro aún y de ahí el cambio de nombre. No sé si lo estabas contando en tu afición a los Atelier de PS2 pero, de no ser así, merece seriamente que lo pruebes.

      Sobre lo de ir dirigidos al público femenino, yo personalmente creo que los de ahora tienen mucho fanservice de "niñas moe haciendo cosas monas y siendo lesbianas" y que están dirigidos más al público Otaku (en el sentido más negativo de la palabra) japonés mayoritariamente masculino que al femenino, y precisamente no gustó la saga Iris porque la protagonista no era otra chica mona. Cuando anunciaron que en Atelier Escha&Logy habría un protagonista masculino, se tiraron al cuello de la compañía hasta que añadieron que serían DOS personajes controlables y una sería otra chica mona adorable.

      A mí personalmente me encantan los dos estilos y no me importaría nada que alternaran entre los dos ^^.

      Otra saga que coge algún elemento de Atelier son los Ar Tonelico (quédate con los de PS2 + el último juego, Ar no Surge), quizá también te interesen. La verdad que los juegos de Gust son muy originales y únicos.

      ¡¡¡Gracias por leer!!!

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  4. Hola, antes de leer esta entrada me gustaría preguntarte una cosa, porque estos juegos me atraen un poco (Todo JRPG de PS3 me atrae, para qué mentir), pero me hago un mareo con el orden tanto de esta saga como de Hyperdimension neptunia.
    ¿Podrías decirme en qué orden van, porfa? ^^

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    1. ¡Hola Daninokuni! Primero que nada, un placer volver a verte por aquí ^_^. Sobre los juegos, de Neptunia no te puedo ayudar, pero lo que son Ateliers puramente de PS3 (anteriores están traducidos en PS2 los tres Atelier Iris y los dos Mana Khemia, + el Atelier Annie de Nintendo DS), tienes:

      Primera trilogía (Arland):
      - Atelier Rorona
      - Atelier Totori
      - Atelier Meruru
      (los tres los tienes reseñados en esta página, yo recomiendo empezar por el Atelier Totori, pese a que el Rorona tiene el New Atelier Rorona que mejora mucho los errores de su predecesor según dicen, pero yo solo jugué al original y me baso en la opinión sobre aquel).

      Segunda Trilogía (Dusk):

      - Atelier Ayesha (estoy jugando a este ahora)
      - Atelier Escha&Logy
      - Atelier Shallie

      Tercera Trilogía:
      - Atelier Sophie (este también está en PS4, entiendo que el resto ya saldrán solo allí), aún no ha llegado a occidente.

      Espero que esto solucione tu dilema y, si tienes alguna otra duda o cuestión sobre los juegos, ya sabes que puedes preguntar por aquí lo que quieras :)

      ¡Un saludo!

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    2. Muchas gracias ^^

      Entonces el primero es Rorona y recomiendas empezar con Totori. Vale, gracias :D

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    3. Puedes leer las reseñas para más datos al respecto, pero básicamente los dos son autocontenidos y, aunque Totori tiene muchos homenajes a personajes del Rorona, son más como "gente que pasaba por allí" y que si eres fan te hace gracia pero que si no has jugado tampoco te estás perdiendo mucho, a diferencia del Meruru (que el nivel de gente que vuelve es tan alto que pierde cualquier identidad propia). El Totori es más "Atelier mundo abierto" que cualquier otro que he jugado, no obstante, por la cantidad de libertad (no siempre positiva) que otorga, sin saber a veces muy bien si lo estás haciendo bien o no, al ser las evaluaciones tan solo una vez al año. Pero no deja de ser mi favorito por la enorme mejora que supuso respecto a su antecesor ^^

      ¡Un saludo!

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