Metal Max returns apareció en 1995 para SNES, pero en realidad es un remake del Metal Max de NES (1991). Ninguno de los dos salió de Japón en su momento, pero gracias a un parche de Aeon Genesis, Metal Max Returns se puede jugar perfectamente en inglés, e incluso si no comprendéis el idioma, con unas nociones básicas para entender los menús es muy fácil disfrutar del título, pues no tiene mucha historia pese a ser un RPG. Pero es que en el 91 había muy pocos juegos con historia, seamos francos. En inglés no he encontrado más que una sola review del juego, y en español ninguna. ¡¿Pero qué es esto?! Se supone que es un juego muy popular en Japón, porque ha visto numerosas secuelas y, según wikipedia, éste en concreto vendió 17 millones de copias. Algo me dice que hay algún error, porque me parecen demasiadas. Editado: Roy Ramker dice que según Mediacreate son 40.206, cifra mucho más creíble. El caso es que en Occidente ha pasado totalmente desapercibido y oficialmente sólo ha llegado uno de los juegos, para PS2 (Metal Saga). Una lástima, porque ofrece cosas muy innovadoras para su época y da una sensación de libertad muy superior a la de juegos MUY posteriores.


Metal Max Returns (desde ahora MMR) empieza cuando el padre del protagonista mudo le echa de casa. Sí, así. Resulta que el padre se gana la vida como mecánico, pero el hijo no quiere seguir sus pasos y prefiere ser un cazador de monstruos que vive aventuras y arriesga su vida. Cosas que pasan. Así que el padre lo echa, esperando que sea una rabieta del momento para que el hijo vuelva con el rabo entre las piernas, pero si eso ocurre o no, es decisión nuestra. Empezamos saliendo de aventuras en un mundo postapocalíptico en el que la gente simplemente intenta sobrevivir. No hay demonios resucitados que quieran destruir el mundo, ni princesas secuestradas, ni mundos por salvar. El mundo lleva mucho tiempo destruído, pero todos se esfuerzan por recuperarse y sobrellevar la catástrofe. Sin embargo, no esperéis dramatismo excesivo: aunque Metal Max no tiene mucha historia, los diálogos suelen ser divertidos, y no se toma muy en serio a sí mismo.

¡¡Pues fuera de mi casa, niñato!!

Para empezar, no es casualidad que el padre sea mecánico, puesto que el taller es la construcción más grande de toda la ciudad, y al lado tienen una tienda de campaña en la cual te alquilan tanques. ¿Pensábais que el protagonista podría usar magia tranquilamente y derrotar a los enemigos con una espada? Ilusos. Los monstruos son duros, así que los tanques son necesarios para hacerlos papilla, y cuando no, lucharemos con pistolas, metralletas y bazookas que lo alejan honorablemente de sus contemporáneos de estilo medieval. Es realista porque en ocasiones tendrás que desmontar cuando haya algún terreno que los tanques no puedan recorrer. Son vitales para no ser derrotados en algunas batallas, y aunque se gana mucha menos experiencia a bordo de uno, ayudan mucho a no morir, puesto que la cantidad de batallas aleatorias es absurdamente alta y, si el protagonista sale sin un tanque, morirá al poco tiempo si no tiene el nivel y equipamiento adecuados, sobretodo al principio. Debo decir en defensa del juego que, aunque es verdad que el ratio de combates es muy alto, también lo son las posibilidades de escapar; a diferencia de muchos RPGs en los cuales esta opción sólo sirve para hacerte perder un turno. Y sí, es un juego difícil, pero vale la pena. Además, más adelante se nos unirán dos personajes a la aventura: una mujer soldado y un chico mecánico.


Tu primera tarea es conseguir tu propio tanque, para lo cual... Tendrás que alquilar uno primero. Por alguna razón hay un tanque en las profundidades de un volcán extinguido. ¡En fin! Tarde o temprano lo consigues, y éste juego se parece un poco a Pokémon: buena parte de la diversión está en hacerse con todos. Cada tanque tiene varios ataques dependiendo de las piezas que tenga instaladas, pero hay que vigilar que su armamento y carrocería no sean demasiado pesados, o de lo contrario no se podrá mover. En cualquier caso, son bastante customizables, y a simple vista se puede apreciar que todos los tanques son distintos y no sólo en el color, un gran detalle. No tengáis la fe de que al cambiarle la carrocería cambie el sprite del tanque, pero en cualquier caso todos son muy distinguibles entre sí, y encima les puedes poner nombre. ¡Para qué quiero mi Pokémon Oro si puedo tener un tanque que por defecto se llame Mosquito!


Los combates son por turnos clásicos, entretenidos aunque no realmente adictivos. Lo básico: estados alterados y diferentes comandos; ataque, defensa, objeto y huir. Esto cuando no vamos en el tanque, porque al subirnos aparecen otras posibilidades: ataque con la metralleta (el estándar, de munición infinita), y otros dos que hayamos equipado, aunque al principio no estén disponibles. Son ataques más poderosos, pero tienen munición limitada que hay que ir reponiendo, con un coste monetario. Y sí, todos ellos tienen animaciones distintas. A parte de esto, no puedes elegir a quién atacar cuando hay dos o más enemigos iguales. Es decir si te salen tres enemigos distintos pero uno de ellos está repetido (cuatro objetivos en total), puedes elegir la “raza” del enemigo al que atacar, pero si eliges el repetido, no sabes a cuál de los dos atacará la máquina, lo cual puede llegar a ser un inconveniente. Los enemigos van de lo bizarro a lo absurdo: desde caracoles gigantes a monos y gorilas con lanzallamas, pasando por perros con bazookas. Ver como un gorila albino de la tribu de los Salmonella te destroza el tanque y te obliga a luchar a pie es algo que no tiene precio.


Además de esto, MMR es muy disfrutable por las pequeñas curiosidades que tiene, que suelen ser divertidas. Un extraño animalito que se alimenta de dinero y al que verás crecer poco a poco, poder invitar a todo el mundo a una ronda en el bar y no poder volver bien al tanque por culpa de la borrachera. Si mueres, tu padre te lleva a casa del científico loco para que te resucite, pero tu tanque se queda donde has muerto y si dejas que pase mucho tiempo sin ir a buscarlo, los pájaros empezarán a cagársele encima y será difícil moverlo. En serio. Detalles así que enriquecen el juego y lo hacen sorprendente para su época. Hay muy poca historia principal, pero es muy intreresante; no por el argumento en sí sino por cómo se presenta. Si investigas lo suficiente, si hablas con todo el mundo, si encuentras diarios perdidos por el mundo o te fijas en los mensajes que alguien dejó en los ordenadores de cierto laboratorio, encontrarás pequeños detalles que la propia historia principal no te cuenta, pero que están ahí para que tú los descubras... si quieres.

Sorprendentemente realista.

Carece de toda la linealidad típica en el género, y nos deja movernos por un mapeado enorme lleno de secretos, donde la única limitación es tu capacidad para derrotar a los enemigos que encuentres. La sensación de libertad es inmensa. Por ejemplo, si vuelves a casa tu hermana te anima a cumplir tu sueño, y a no dejar que tu padre se interponga en tu camino, y si buscas en el armario de la habitación de ella podrás quedarte con su toalla, o con la camiseta de tu padre. ¿Sirven para algo estos objetos? No. ¿Sirven para algo los platos de Morrowind? Pues tampoco, pero están ahí porque estarían en cualquier casa, y hacen de él algo único. Además, podemos ir al local de los cazadores y recoger allí encargos, que pueden estar en cualquier sitio del mapa.


Como punto negativo, el menú (pulsando A) es al principio algo raro de manejar puesto que hoy en día todo está mucho más simplificado y con un botón hablamos, observamos, buscamos objetos en una estantería y demás; pero en este caso se parece mucho a lo visto por ejemplo en Earthbound. A las pocas horas ya nos habremos acostumbrado.


La duración es infinita, pero también es posiblemente el RPG que antes puede terminarse. Me explico: el juego termina cuando el protagonista decida volver a su casa y hacer las paces con su padre, lo cual puede ocurrir en menos de una hora, o no ocurrir nunca; es decisión del jugador. La historia termina cuando al chico se le termina la rabieta, real como la vida misma. Pero vivir aventuras es demasiado tentador. Terminar el modo historia no creo que lleve más de 20 horas, pero siempre hay cosas por hacer.


Acerca de los aspectos técnicos, pues ya sen ven en las capturas: gráficos muy agradables y coloridos. Sin embargo, se nota mucho en algunas zonas que están recicladas, pues la cueva y el volcán son exactamente iguales. No hay excesiva variedad de enemigos, pero los sprites son muy grandes y detallados durante las batallas (aunque extrañamente el del protagonista no) y los grandes protagonistas vuelven a ser los tanques. Hay un detalle gráfico muy curioso que me hizo mucha gracia y es que el chaleco de tu personaje y su gorro de piloto se mueven ligeramente cuando andas, en vez de la ropa totalmente estática que hay en la mayoría de juegos. La música cumple su cometido, pero a veces estás demasiado rato en una zona dividida en segmentos o pisos y la misma pista todo el rato llega a hartar bastante. Además, el mapa del mundo tiene un tema distinto si vas en el tanque, bastante más soso que el tema normal. Y claro, te pasas el 90% del tiempo dentro del tanque, así que pese a no martillear tus oídos, sí que resulta fácilmente cansina.


Metal Max es un JRPG muy divertido, que además se sale de la típica ambientación medieval. No tiene mucha historia, pero sí pequeños guiños y chistes a quien sepa encontrarlos, y repleto de secretos que están ahí esperando ser descubiertos. Los combates cumplen con su cometido, y coleccionar tanques y sus respectivas piezas es de lo más entretenido. No es lineal y da una gran libertad, a diferencia de muchos de sus contemporáneos, y también de muchos JRPGs posteriores. Es como si fuera un RPG occidental para consolas, pero con el toque bizarro japonés. Altamente recomendable.

9 comentarios:

  1. Muy interesante.
    Este no lo conocía.
    Nunca deja de sorprenderme mi queridísima SNES.
    Me encanta esa consola.
    Por cierto, en materia de RPGs es mi favorita.

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    1. Pues es muy recomendable, pruébalo si tienes la oportunidad. En materia de RPGs, SNES es genial al igual que PSX; pero supongo que les tengo especial cariño a los de PS2 porque en los tiempos de PSX, pese a estar repleta de grandes del género, yo no hablaba mucho inglés todavía. Y no me gustaba Final Fantasy, así que pocos RPGs jugué en su tiempo; y la SNES ni llegué a tenerla. Eso sí, todos los he ido jugando más tarde, como éste por ejemplo =D.

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  2. Qué genial encontrar una reseña de un Metal Max. Es una saga que siempre he querido jugar, pero por motivos obvios siempre ha ido quedando pospuesta. ¿El de PS2 que nos llegó también es JRPG del mismo estilo?

    Me han encantado todos los detallitos que comentas, sobre todo el hecho de que la historia en sí sea simplemente la rabieta del hijo con el padre, jajajaja, qué cracks.

    Lo que no me gusta tanto es que te den tantísima libertad, es lo que más odio de los WRPG, así que imagínate la gracia que me hace que un JRPG se lo coja prestado xD.

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    1. No he jugado personalmente al de PS2 (aún), pero por todo lo que he leído son muy similares, y también va muy ligerito en historia... Puede que sea inferior a éste, quién sabe.

      A mí tampoco me gustan los WRPGs (el único que adoro es Planescape: Torment, que te da libertad en las elecciones, pero no en los escenarios a visitar y demás), y sin embargo Metal Max me encanta desde que lo probé. Supongo que lo que no te gusta de los WRPGs es esta tendencia sandbox que hay últimamente, a mí personalmente me aburren mucho.

      Pero en Metal Max es distinto, al no ser escenarios tan grandiosos es mucho más entretenido; además no hay elecciones directas pero sí cambios en la historia. A ver cómo lo explico. En cierta escena, según con qué tanque te presentes a la batalla, hay un cambio drástico en los acontecimientos, y la historia cambia, como debería ser en todo RPG.

      Por hacer una comparación, ¿has jugado al primer Portal? Si lo has hecho, sabrás que hay unas cuantas habitaciones ocultas con mensajes en las paredes que te dan a entender qué ha pasado realmente, pero no se hace mención alguna a ellas en la historia. Pues aquí ocurre algo parecido: puedes investigar y encontrar cosas nuevas, o seguir la historia principal al pie de la letra y quedarte con lo poco que te cuentan. O hacer las paces con tu padre, claro XD.

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    2. Ahh, ya veo. Tal cual lo planteas sí me hace más gracia el asunto otra vez :P

      Sí he jugado a Portal, así que con el ejemplo ha quedado clarísimo. Thanks! ^^

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  3. Este juego lo tengo pendiente desde hace eones, y cuando salió la entrega para Nintendo DS me dije que ya tocaba jugarlo de una vez, pero todavía no me he puesto con el, a ver si cuando termino el Luminous Arc 2 me meto con el, aunque tengo el Pandora's Tower por estrenar, ¿porqué hay tanto juego por jugar? xD

    Eso de 17 millones de unidades vendidas evidentemente es mentira, lo he mirado en la fuente y en la página (que es china), según el traductor de Google pone que son 32 millones de ventas estimadas, así que lo he mirado por datos de Media Create y son 40,206, que me parecen unas cifras mucho más reales que las otras 2 xD

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    1. En DS hay dos: el tercero y la secuela de éste (Hagane no Kisetsu), que por lo que entendí del engrish de wikipedia, es bastante más lineal y JRPG "clásico" que todos los demás, a parte de que hay cosas que no deberían tener secuela. No me gusta que quiten la libertad; es como una seña de identidad del juego. Yo me he planteado jugar a algún otro; pero sin captar los pequeños chistes por estar en japonés, creo que no tendría gracia XD, pocos juegos he terminado en ese idioma. Ahora me toca el de PS2 y esperar a que AGTP acabe la traducción del segundo, aunque llevan años al 20%...

      Ya decía yo. También visité la fuente y aluciné con lo de los 32 millones (así que me quedé con lo de wikipedia, aunque ni el Pokémon vende tanto), pero no conocía Media Create. Me parece más coherente, sí XD, gracias por el dato ^^.

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  4. Siento que leyendo este análisis he aprendido algo nuevo. Por como está descrito, más que un RPG este juego me suena a un sandbox, género que se dejó ver como tal varios años más adelante.

    Impresionantes joyas se pueden encontrar en la SNES. Me han dado muchas ganas de jugarlo y te agradezco esta revisión tan detallada, que sólo con las fotos no me hubiera interesado (mi fuerte no son los RPG).

    Nuevamente un acierto, así da gusto leer. Saludos.

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    1. Gracias Felipe ^^, cuando veo comentarios en entradas antiguas, veo que los botones de la izquierda sí tienen utilidad XD.

      La verdad es que sí podría pasar por sandbox (¿quizá el primer sandbox 2D?), hasta puedes conducir vehículos y tener un garaje, como muestra una de las imágenes (ni el GTA, oiga). Lo más sorprendente de todo no es que sea de SNES, sino que éste juego ya es un remake de otro del 91, con lo que tenemos una obra totalmente adelantada a su época.

      Eso sí, el componente RPG tampoco falla y la cantidad de combates es altísima, con el estilo por turnos clásico del género. Si un día te decides a probarlo, tenlo en mente: es totalmente abierto, pero no deja de ser un RPG y, como tal, tendremos que hacer las gestiones propias (mejorar armas y equipamiento, subir niveles, etc).

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