La primera vez que vi un vídeo de Thumper, uno de los juegos más llamativos de la VR, no entendí en qué consistía. Parecía todo una bonita cáscara vacía, pero nada más lejos de la realidad. Un día Las nalgas de Isabella Rossellini me lo recomendó tan efusivamente que tuve que darle una oportunidad, pero el primer nivel no me convenció. "No está mal", pensé, pero tampoco me sentí especialmente interesada. Pero seguí por la enorme impresión que me transmitió el primer jefe, y a partir del segundo nivel me quedé pegada al mando: acababa de encontrar un juego con el que iba a pasarme horas. Y horas. Y horas... Bienvenidos a Thumper: el mejor juego de 2016 y posiblemente el mejor juego musical jamás creado. Todas las sensaciones que describo son jugando en una tele y con un mando, nada de realidad virtual. Así de fantástico es Thumper.


Thumper es impactante, demoledor, brutal, agobiante... su aura asfixiante te absorbe. Es violento sin una sola gota de sangre, es opresivo sin un solo susto. Su paleta de colores está elegida con elegancia, se aleja de los diseños epilépticos para mal que hacen la mayoría de indies (especialmente los musicales). Lejos de cansar la vista es una experiencia que agota, pero realmente lo hace por su velocidad, su sonido, su vibración: por el exceso de estímulos a raíz de una perpetua sinestesia perfecta que lo conecta todo con su música. Pero nunca, jamás, por un exceso de lucecitas que intenten camuflar bajo sus leds parpadeantes la mediocridad de su diseño, como suele ocurrir. No es el caso: Thumper es un juego excelente en todas sus facetas, desde su exterior hasta su núcleo jugable.


A diferencia de lo habitual en este género, Thumper no tiene un tema propio para cada fase... o, mejor dicho: lo tiene, pero no lo calificaríamos como "música", curiosísimo tratándose de un juego de ritmo. Thumper es ira, violencia: es una pesadilla de tambores potentísimos, luces, sonidos e imágenes de pesadilla que encajan de forma perfecta en todos y cada uno de sus niveles. Cada fase está milimétricamente diseñada: una curva aquí, una lucecita por allí, con la velocidad justa para que todo encaje en ese universo de violencia rítmica, una curiosa definición acuñada por sus creadores que, sin embargo, no puede parecerme más acertada.


Contamos con nueve niveles divididos en fases (algunos tienen hasta treinta), todos ellos diseñados con maestría, introduciendo siempre una nueva mecánica. Una sola, para no agobiar al jugador, pero siempre demostrando algo innovador para crear siempre un interés por el siguiente, una inquietud por querer ver cuál será la próxima novedad... y funciona estupendamente. Su curva de dificultad está medida de forma excelente, la longitud de cada fase es la justa y necesaria para no hacerte abandonar y querer jugar hasta el siguiente punto de control. Thumper es una clase de diseño magistral, de cómo manipular al jugador hasta un nivel subconsciente en un juego cuidado al milímetro durante siete largos años de desarrollo buscando la perfección en todos y cada uno de sus aspectos. Lo han conseguido.


Es un mundo hipnótico, opresivo, violento, terrorífico... y sin embargo terriblemente bello. No es un juego de carreras y velocidad, sino uno musical con todas las letras, controlando a un escarabajo al ritmo de la música que van formando los elementos del escenario. Se trata de un viaje agotador, tenso, casi castigador: dos errores equivalen a morir, pero reempezaremos siempre desde el último punto de control listos para volver a recibir la paliza de los diferentes obstáculos que se nos pongan por delante. Pero todo es tan rápido que no nos entran ganas de arrojar el mando por la ventana, sino que tal cual morimos aparecemos de nuevo en el nivel, sin que nos lleguen a preguntar si queremos continuar o abandonar la partida, al igual que pasaba en Hotline Miami. Y aquí está la clave de su genialidad: todo es tan adictivo, hipnótico, rápido, que NO querremos dejar de jugarlo.


Los niveles se juegan y rejuegan hasta la saciedad por el simple placer de volverlos a vivir. He jugado a Thumper a todo volumen hasta que me ha dolido la vista, los oídos, y sobretodo los pulgares por la fuerza con la que acababa agarrando el mando, por la intensidad y nerviosismo que alcanzaban todas las partidas. La velocidad hipersónica te aniquila al principio, te engaña por los ojos. Pero en cuanto le pillas el ritmo a una fase se vuelve una gozada jugarla una, y otra, y otra vez. Nunca cansan, porque el juego mejora cuanto más es jugado, y no a la inversa. Así de fantástico y fascinante es: es más que un simple videojuego, es un mundo hipnótico de sensaciones, un terror subconsciente que te atrapa y te hace estar siempre al límite, con todos los músculos en tensión. Y he amado cada segundo.


Completar Thumper hasta su último nivel me llevó la nada desdeñable cifra de quince horas, sin buscar en absoluto la perfección en ningún momento: solamente la pura supervivencia. La sorpresa fue que a las pocas semanas de salir añadieron un nuevo parche, el modo Juego+, una pequeña maravilla completamente gratuíta. Básicamente son los niveles originales con ciertos cambios (nuevos obstáculos, menos posibilidades de curarse, nuevos jefes), sin checkpoints (si mueres en el jefe final te comes el nivel entero desde el principio otra vez) y una novedad fascinante: se acelera cuanto mejor juegas, complicando los tiempos de reacción y necesitando más apoyo de la memoria.


Thumper es simplemente espectacular, entra por los ojos. Los gráficos son impresionantes y soporta altísimas resoluciones en su versión de PC, con una optimización excelente. No obstante lo interesante es su apartado artístico: sus mundos de pesadilla parecen increíbles en vídeos, pero es que ni se pueden comparar a su enorme presencia cuando juegas tú mismo, a la sensación de sentirse indefenso ante esas bestias del abismo, a lo terrorífico de su ambientación. Su mayor baza es su sonido, no obstante: cada giro, cada pulsación, cada obstáculo sorteado, tiene su propia pista sonora. El juego engaña por los ojos pero cuando entiendes el ritmo, la canción dentro de la canción que producen tus propios movimientos, todo encaja de forma mágica. Tu cerebro hace ese clic donde de repente todo tiene sentido, el mundo pasa a cámara lenta, comprendes el ritmo, ves sin ver lo que hay detrás de la próxima curva. Más que comprenderlo: eres el ritmo, porque lo marcas con tus acciones a través de realizarlo todo a la perfección con esa sensación increíblemente satisfactoria. Y lo disfrutas como un enano.


Podría hablar de él durante horas, pero la verdad es que nada de lo que diga puede compararse a la experiencia de primera mano, como decía al principio. Ni si quiera me he molestado en decir cómo se juega, porque no hace falta. Ningún vídeo ni ningún texto podrá hacerle justicia jamás, y resulta estúpido explicar cómo se controla algo que sobrepasa el concepto videojuego o diversión y se convierte simplemente en un mar de sensaciones fortísimas, impactantes, inolvidables: opresivo, agotador, asfixiante, terriblemente hipnótico y a la vez absurdamente adictivo. La mejor experiencia sinestésica en cualquier videojuego desde el ya no tan lejano Rez... solo que mejor. Un juego que he abandonado única y exclusivamente por el nerviosismo inconsciente en el que te sumerge, la violencia surreal y terrorífica a la que te transporta. Y pese a todo eso Thumper es el juego por el que, si pudiera permitírmelo, me compraría un casco de realidad virtual sin dudarlo por un segundo. Y lo más increíble es que lo han hecho entre tan solo dos personas.


 (Vídeo de regalo porque, aunque ninguno le haga justicia jamás, no dejaba de ser interesante retratar de alguna forma su peculiar ambientación).

11 comentarios:

  1. interesantisimo. ahora mas q antes, no tenia idea de todo lo q comentas solo pense q era un juego de ritmo mas, sabia q es bueno pero no me imaginaba q fuera a tener semejante inmersion.
    no es el primer ejemplo de juegos buenos hechos por tan precario personal y esto es un ejemplo a tener en cuenta cuando despues se les perdonan tantas cosas a las mas grandes empresas al cuestionar un AAA.
    lo voy a jugar con cascos al maximo. y me quedo dando vueltas lo de pesadillas y terrorifico jaja realmente eso me dejo mas intrigado q antes

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    1. ¡Hola Luciano! Yo estaba igual que tú. Veía vídeos, e incluso como comentaba al principio, no me sentí especialmente interesada tras el primer nivel, bastante soso. Si no fuera por la recomendación no lo hubiera jugado, me hubiera dejado engañar por los vídeos pensando que aquello era demasiado rápido o que no era para mí, pero nada más lejos de la realidad.

      Thumper con cascos (¡pero también con altavoces!) es una experiencia fascinante, hipnótica, que destruye tus pulgares y que te deja sin respiración por momentos. Disfrútalo mucho y ya me dirás qué te parece. Obviamente no he jugado apenas juegos de 2016 (ahora mismo se me ocurren solo dos), pero estoy segura de que aún comparando Thumper seguiría siendo uno de los mejores que han salido este año, así de bestia es. Pesadillas y terrorífico... no es un juego de miedo, pero provoca muchas sensaciones, y muchas de ellas son más propias de Survival Horror que de juego musical.

      Me alegro de haberte dejado con la intriga, así que espero que lo juegues algún día ^__^, ¡¡un saludo!!

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  2. Necesitaba justo algo así. Gracias por descubrírmelo, me lo compro nada más que pueda.

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    1. ¡Hola Ruddenskjrik! Me alegro de haber despertado tu interés en él. Espero con muchas ganas tus impresiones cuando consigas ponerte con él, me gustaría mucho saberlas: solo conozco a dos personas que hayan jugado a Thumper, y ambos describían cosas muy similares a las de este texto. Ojalá todo el mundo pudiera vivirlo así.

      ¡¡Saludos!!

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  3. A ver, te iba a preguntar cómo diablos se controla el dichoso juego, ya que con los vídeos que he visto no lo acabo de entender, y veo que en la parte final de tu texto pones que no tiene explicación o es muy difícil transmitir cómo se controla. Vaya chasco.

    Supongo, que con el stick mueves a los lados dependiendo del color de la pantalla pero el que no entiendo es para que necesitas los botones. Por favor, muéstrame el camino.

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    1. ¡¡¡Hola Salore!!! Claro que tiene explicación, y realmente su control es muy sencillo. Es simplemente el hecho de que me sobraba hablar de la jugabilidad de Thumper (totalmente adictiva, ¿eh?) en un análisis que pretende simplemente llamar la atención sobre el juego y todo lo que transmite, más que valorarlo como juego musical (muy bueno) o hablar de sus mecánicas, pero te lo explico muy sencillamente, claro ^^.

      Básicamente, hay unas lucecitas por el suelo y tienes que pulsar X justo cuando pasas por encima para hacer una nota. Esto puede variar un poco, según el nivel (también puedes saltar justo al tocar la nota y encadenar tu caída con la siguiente, que te da más puntos y te ilumina los obstáculos que hayan por el camino). Si no pulsas X a tiempo no hay más penalización que tener menos puntos, no oír la nota (Y créeme que el juego es más fácil cuando entiendes el ritmo de las lucecitas del suelo), y que no se iluminen los obstáculos, con lo que será más difícil reaccionar a ellos.

      Luego, hay obstáculos, el más común son los giros de la carretera. Tienes que mantener pulsada la dirección hacia la que girar y X (durante lo que dure toda la curva, no sirve darle una vez y soltar o estás muerto), por lo que tienes dos inputs a hacer. Si te arriesgas y no pulsas la dirección hasta JUSTO cuando vas a girar, suena un pitidito que te avisa de que lo has hecho especialmente bien, te dan más puntos, y el pitidito queda perfectamente integrado en la música. El escarabajo puede sufrir hasta dos golpes, pero al final de cada patrón de un jefe (todos tienen 4) si los haces perfectos a la primera te dan también la oportunidad de recuperarte, y al final de cada checkpoint normal también.

      Por los nervios que da el juego, acabas con los pulgares destrozados, aunque sea un juego de tocar solo la cruceta/joystick y el botón X, así que por las quejas de los usuarios en la última actualización han dado la opción de jugar también con los gatillos y alivian mucho el dolor en los pulgares que daba, porque de verdad que agarras el mando con mucha más fuerza de la que deberías. No soy solo yo, lo han añadido porque era algo muy generalizado, vamos XDDD.

      Y qué más... hay más mecánicas, claro. Pero la idea es que vas haciendo musiquita con esos obstáculos, luces, y demás. El ejemplo clarísimo y con el que creo que sí lo vas a entender después de haber leído esto, te lo dejo en este vídeo, échale un ojo al 39:24, o a partir del minuto 41 sobretodo (aunque aquí salen varios carriles, pero son secciones concretas, no creas que todo el juego es así). Entenderás enseguida que cada input y cada dirección va asociada a una parte de la música, y por eso cuando le pillas el ritmo a esos tambores furiosos ves que realmente su diseño es una delicia.

      https://www.youtube.com/watch?v=7UxRS_fmLgA

      Petons!!!!

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    2. Muchas gracias por las explicaciones, ahora ya lo entiendo bastante mejor :-)

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  4. Guau. Nunca pensé que un juego podría transmitir tantas emociones a la vez sin tener historia y siendo un videojuego musical y ademas parece un juego muy curioso. Menos mal que lo han puesto en PC una ps4 es demasiado cara XD(Eso si después de ver el vídeo salían tantas luces que parecía que pueden dar un ataque epiléptico XDDDD

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    1. ¡¡¡Hola Silvio!!! Pues qué te voy a decir... emociones tampoco diría, pero sensaciones... millones. Un juego increíble del que otros deberían tomar nota y que, espero, influencie a muchos otros con el paso del tiempo. Este 2016 han llegado algunos juegos excelentes, siendo este uno más ^^.

      Espero que algún día lo juegues, siendo de PC... ¡vale la pena!

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  5. Hola, vengo a agradecerte que me descubrieras este juego con esta entrada tuya. Hace poco lo compré por fin y me encanta. Aún no lo pude terminar porque me he ido de viaje pero me fascina el juego. Si no es por ti, ni sabría que existe. No entiendo a los de Sony, deben tener otras joyas así en su catálogo y no las promocionan nada...

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    1. ¡¡Hola, Elmer Ruddenskjrik!!

      Me alegro un montón de que te haya gustado tanto, de verdad. Es un placer descubrir joyas así y, encima, poder recomendárselas a la gente y que además también las disfruten, me ha encantado leer tu opinión ahora que lo has podido probar ^^.

      En Switch salió hace poco y es como si hubiera empezado a existir y, de veras, me alegro un montón. Thumper se merece toda la fama que le puedan dar... y más.

      ¡¡Saludos y gracias por pasarte!!

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